De ídolo del cuadrilátero a estrella del cine, John Cena ha logrado construir una carrera actoral que combina humor, acción y sensibilidad, demostrando que es mucho más que fuerza bruta
Durante años, John Cena fue sinónimo de lucha libre, carisma y músculo. Sin embargo, el estadounidense no se conformó con dominar el ring, y con el tiempo logró abrirse camino en la industria del entretenimiento con un perfil versátil y en constante evolución. Sus primeras apariciones fueron breves, pero pronto quedó claro que Cena tenía el potencial de conquistar también la pantalla grande.
Hoy, su filmografía incluye papeles cómicos, protagónicos familiares, voces animadas y villanos de franquicias millonarias. Su capacidad para reírse de sí mismo y alternar entre la acción y la ternura lo han convertido en uno de los actores más queridos del cine comercial reciente. Por ello, repasamos seis de sus mejores películas, donde cada faceta del actor queda al descubierto.
Desde comedias ligeras hasta películas animadas con mensaje, Cena ha sabido elegir proyectos que, sin necesidad de grandes pretensiones, le permiten demostrar que la actuación también puede ser su ring. Y si aún no lo has visto actuar fuera del cuadrilátero, esta lista es una excelente manera de empezar.
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Guerra de papás 2” (2017): una comedia navideña con corazón
En esta secuela protagonizada por Will Ferrell y Mark Wahlberg, John Cena aparece como uno de los padres biológicos de los niños, en un papel que mezcla rudeza con simpatía. Lejos del estereotipo del tipo duro, aquí Cena se muestra más relajado y divertido, aportando un contraste ideal en una historia que gira en torno a la paternidad compartida y el caos de las festividades.

Aunque su participación no es protagónica, logra destacarse por la frescura con la que interpreta a un personaje bonachón. El ambiente navideño funciona como telón de fondo para una comedia ligera, donde los enredos familiares y los choques generacionales hacen de las suyas. Cena se adapta al tono familiar de la cinta con naturalidad.
Lo interesante es cómo el actor va encontrando espacios para brillar sin robar cámara, pero aportando momentos memorables. Su aparición es breve pero significativa, dejando ver que puede desenvolverse con comodidad en cintas para todo público.
“Guerra de papás 2” puede no ser una obra maestra, pero es perfecta para una tarde en familia. Y para los fans del actor, marca uno de los primeros ejemplos de su faceta más cálida y divertida.
“Olé: El viaje de Ferdinand” (2017): voz para un toro pacifista
En esta entrañable cinta animada, John Cena presta su voz a Ferdinand, un toro enorme con un espíritu pacífico. Contrario a lo que se espera de su físico imponente, Ferdinand rechaza prefiere disfrutar de las flores, mostrando a los más pequeños que la bondad no está peleada con la fuerza.
La actuación de voz de Cena fue muy bien recibida por la crítica y el público, demostrando que el actor también puede conectar con audiencias infantiles. La película transmite mensajes positivos sobre aceptación, identidad y amistad, sin recurrir a clichés.
“Ferdinand” se convirtió en una opción ideal para ver en familia, y fue incluso nominada al Oscar como Mejor Película Animada. Cena, por su parte, demostró que también sabe transmitir emociones únicamente con la voz, algo que no todos los actores logran con éxito.
Este proyecto representó un punto de inflexión: por primera vez, John Cena se alejó completamente de su imagen física para convertirse en un personaje animado que inspiró a miles de niños alrededor del mundo.
No me las toquen” (2018): papá sobreprotector en clave de comedia
En esta comedia dirigida por Kay Cannon, John Cena interpreta a uno de los padres que intentan sabotear el plan de sus hijas adolescentes de perder una de las cosas más valiosas de su vida en su baile de graduación. Con un enfoque ligero y mucho humor físico, la película ofrece momentos hilarantes gracias al contraste entre la autoridad paterna y la rebeldía juvenil.
Cena logra destacarse por su entrega total al humor, incluso en situaciones ridículas o incómodas. Su personaje no es malintencionado, sino torpemente protector, y eso lo convierte en alguien entrañable. Además, comparte escena con Leslie Mann e Ike Barinholtz, logrando un trío parental lleno de química y dinamismo.
Lo más valioso de esta cinta es su capacidad para hablar de las preocupaciones adolescentes sin caer en discursos moralistas. Las chicas toman las riendas de su historia, y los padres deben aprender a soltar. En medio de todo, Cena aporta el equilibrio entre la comedia física y la emoción.
“No me las toquen” no solo mostró que el actor podía hacer reír, sino que también tenía sentido del timing y disposición para autoparodiarse, una cualidad que muchos comediantes envidiarían.
“Bumblebee” (2018): el villano inesperado de Transformers
Cuando la saga Transformers parecía haber perdido el rumbo, llegó “Bumblebee” con una propuesta más íntima y bien construida. En ella, John Cena interpreta al agente Burns, un antagonista que actúa por convicción y no por simple maldad, lo que lo hace más interesante que los villanos genéricos de entregas anteriores
En este rol, el actor abandona los chistes y se pone serio, con una interpretación sobria y convincente. Aunque no es el personaje principal, su presencia le da fuerza a la narrativa, demostrando que puede enfrentar papeles más exigentes en lo emocional y dramático.
La cinta fue bien recibida por la crítica y marcó un nuevo capítulo en la franquicia, dejando atrás los excesos visuales por una historia con más corazón. Y en ese nuevo tono, el actor encajó de forma sorprendente.
“Bumblebee” confirmó que Cena podía adaptarse a proyectos más serios, sin perder credibilidad. No era solo una figura de acción, sino alguien capaz de aportar intensidad a la historia.
“Jugando con fuego” (2019): bombero con corazón
En esta comedia familiar, John Cena interpreta a Jake Carson, un jefe de bomberos que debe hacerse cargo de tres niños traviesos tras rescatarlos. La cinta se apoya en situaciones disparatadas y mucha ternura, con un protagonista que combina disciplina militar con sensibilidad emocional
Aquí, Cena vuelve a mostrar su lado más humano, rodeado de un elenco diverso y situaciones caóticas que sacan carcajadas. La película no busca reinventar el género, pero cumple con su objetivo de entretener y emocionar.
Su actuación destaca porque no se limita a la fuerza física del personaje; también hay momentos de vulnerabilidad, especialmente cuando debe conectar con los niños. La cinta juega con el contraste entre la dureza del uniforme y la ternura de la paternidad improvisada.
“Jugando con fuego” es otra muestra del compromiso del actor con el entretenimiento familiar, un terreno en el que se siente cómodo y donde ha ganado gran aceptación.
“Rápidos y furiosos 9” (2021): un villano con historia
En la novena entrega de la famosa franquicia automotriz, John Cena interpreta a Jakob, el hermano perdido de Dominic Toretto, con quien tiene cuentas pendientes. Su papel le permitió explorar emociones más intensas, como la traición, la ambición y el resentimiento, todo en medio de escenas de acción espectaculares.
Aunque la película fue criticada por su exageración, la inclusión de Cena fue uno de sus puntos fuertes. Su personaje tiene profundidad y evolución, algo poco habitual en estos filmes. De villano implacable pasa a figura redimida, lo cual enriquece el relato.
La química entre Cena y Vin Diesel también aporta un nuevo dinamismo a la saga, ampliando el universo familiar que caracteriza a Rápidos y furiosos. Además, el actor se desenvuelve con soltura tanto en peleas cuerpo a cuerpo como en escenas cargadas de tensión emocional.
Esta cinta consolidó a Cena como un actor capaz de sostener una franquicia global, y le abrió la puerta a proyectos más ambiciosos en el cine de acción.