Claudia Sheinbaum señaló de ‘misoginia’ los comentarios de Ricardo Salinas Pliego hacia unas periodistas; el empresario no se quedó callado
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el empresario Ricardo Salinas Pliego protagonizaron un fuerte intercambio este miércoles, luego de que la mandataria condenara los comentarios del magnate contra las periodistas Vanessa Romero, Sabina Berman y Denise Dresser. Desde su conferencia matutina, Sheinbaum calificó como misóginas las expresiones del empresario y destacó que estas reflejan “un machismo terrible” que no puede normalizarse en la sociedad.
Durante su mensaje, la presidenta señaló que, aunque no comparte la línea editorial de las comunicadoras, la dignidad y el respeto hacia las mujeres son principios que no dependen de afinidades políticas. “Toda mi solidaridad con Sabina, Vanessa e incluso Denise Dresser. Hay que condenar cuando se dirige de esa manera particularmente a las mujeres”, expresó.
Sheinbaum también insinuó que las declaraciones de Salinas Pliego buscan desviar la atención del adeudo fiscal de más de 74 mil millones de pesos que sus empresas mantienen con el SAT. Según la presidenta, se trata de una estrategia para desplazar el debate hacia lo personal en lugar de rendir cuentas ante la ley.
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Finalmente, invitó a la sociedad a sumarse a la defensa de la dignidad de las mujeres, recalcando que no es tarea exclusiva del gobierno, sino una responsabilidad colectiva.

Salinas Pliego se defiende y acusa uso político de la polémica
En respuesta, Ricardo Salinas Pliego utilizó la red social X para rechazar las acusaciones y defender su postura. Aseguró que se siente víctima de un linchamiento mediático y político, y acusó al gobierno federal de usarlo como “distractor” para evadir los problemas reales del país. “Por ser hombre, ¿debo tolerar abusos?”, cuestionó en su mensaje.
El empresario criticó lo que percibe como una doble moral del gobierno al exigir pruebas a sus opositores mientras lo acusa públicamente sin fundamento. Asimismo, acusó a las periodistas de recibir recursos públicos y puso en duda si la solidaridad de Sheinbaum se limita a quienes la apoyan políticamente.
Salinas Pliego también aprovechó para exhortar a la mandataria a enfocarse en atender problemas más fuertes; incluyendo la situación económica del país, en lugar de “perseguir a ciudadanos que trabajamos, pagamos impuestos y generamos empleos”, según sus palabras.
El mensaje, que rápidamente se viralizó, dividió opiniones entre quienes respaldan al empresario y quienes consideran sus comentarios ofensivos y machistas.
María Laura Medina, esposa del empresario, también alza la voz
A la controversia se sumó la voz de María Laura Medina, esposa de Salinas Pliego, quien publicó un mensaje defendiendo a su marido. Dirigido a Sheinbaum y a las periodistas involucradas, cuestionó que el feminismo se utilice como herramienta para atacar a hombres sin pruebas.
Medina describió a su esposo como un hombre íntegro, trabajador y respetuoso, tanto en lo personal como en lo profesional. “El género no define la ética ni la integridad. Lo hacen los actos”, puntualizó.
También pidió que no se confunda justicia con venganza ni que se degrade la lucha feminista con intereses políticos: “Las mujeres valientes buscamos verdad, respeto y dignidad para todos”, escribió, subrayando que su defensa no es una negación de los derechos de las mujeres, sino una exigencia de imparcialidad.
Este pronunciamiento fue ampliamente comentado en redes sociales, con opiniones encontradas entre quienes la vieron como una defensa legítima y quienes la consideraron un intento de desviar la atención del tema fiscal.
Impacto en la opinión pública y en las redes sociales
La discusión entre la presidenta y el empresario se convirtió en tendencia nacional en redes sociales, generando miles de comentarios, memes y debates sobre machismo, impuestos y libertad de expresión. Tanto las declaraciones de Sheinbaum como las de Salinas Pliego y su esposa alimentaron el debate público durante toda la jornada.
Diversos colectivos feministas respaldaron las palabras de la presidenta, subrayando la importancia de que las figuras públicas asuman un compromiso con el respeto a las mujeres. Por otro lado, algunos sectores empresariales y usuarios de redes apoyaron la postura de Salinas Pliego, argumentando que el gobierno utiliza su caso como cortina de humo.
Analistas políticos también advirtieron que este episodio podría marcar el inicio de una relación aún más tensa entre la administración federal y algunos de los empresarios más influyentes del país.
En cualquier caso, el intercambio subrayó la necesidad de un debate profundo sobre el respeto, la rendición de cuentas y el papel de las figuras públicas en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Un llamado al diálogo y la responsabilidad social
Las declaraciones cruzadas entre Sheinbaum, Salinas Pliego y su esposa reflejan un clima político polarizado donde los temas de género, libertad de expresión y responsabilidad fiscal se entrelazan. Más allá de las posturas personales, el incidente pone sobre la mesa la necesidad de construir espacios de diálogo respetuoso y de cumplir con las obligaciones legales sin recurrir a ataques personales.
En sus mensajes, Sheinbaum reiteró que la crítica es bienvenida, pero no a costa de denigrar a las mujeres, mientras que el empresario defendió su derecho a responder a lo que considera injusto. Ambos coincidieron, sin embargo, en que las libertades y los derechos deben respetarse.
Este enfrentamiento deja una lección para la clase política y empresarial: las diferencias deben resolverse en los marcos institucionales y no en el terreno de las descalificaciones públicas.
Por ahora, la atención pública se mantiene sobre el caso, a la espera de que tanto las autoridades como el empresario den seguimiento a sus responsabilidades y abran un espacio de diálogo que priorice el interés general sobre los conflictos personales.