La presidenta Claudia Sheinbaum habló sobre lo que será el futuro del Instituto Nacional Electoral
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ofreció este miércoles nuevas precisiones sobre su futura iniciativa de reforma electoral. En un intento por apaciguar las especulaciones sobre un posible debilitamiento del Instituto Nacional Electoral (INE), la mandataria fue enfática: “El INE se va a mantener como un organismo autónomo”. Su propuesta, según explicó, se enfocará en reducir el gasto electoral y eliminar las listas plurinominales, sin comprometer la autonomía del árbitro electoral.
La aclaración llega en medio de un ambiente tenso, luego de que el INE anulara votos en más de 800 casillas por supuestas irregularidades en la elección judicial, una decisión que generó duras críticas por parte del Gobierno. Sin embargo, Sheinbaum bajó el tono de la confrontación e insistió en que su reforma busca garantizar procesos “limpios y democráticos” con ajustes que optimicen los recursos públicos. “Es falso que estemos promoviendo un gobierno autoritario”, aseguró desde Palacio Nacional.
La iniciativa de reforma retoma parte de la propuesta impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, que planteaba transformar al INE en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC). Aquel proyecto, estancado por falta de mayoría constitucional en el Congreso, proponía una estructura más compacta, con menos consejeros y mayor participación ciudadana mediante votaciones directas. Sin embargo, Sheinbaum descartó replicar el modelo completo, y se centrará en la eliminación de listas partidistas y la reducción de costos.
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Desde el Congreso, los legisladores oficialistas ya se preparan para discutir la reforma. Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, confirmó que el tema será prioridad para el nuevo periodo legislativo que inicia en septiembre. Aunque aún no hay una fecha exacta para presentar el proyecto, la presidenta anticipó que no aplicará para las elecciones intermedias de 2027, lo que sugiere un proceso legislativo amplio y con espacio para el debate público.

Sheinbaum también señaló que parte de su preocupación radica en la falta de imparcialidad de algunos consejeros del INE. Afirmó que existe un bloque dentro del organismo que actúa con una postura sistemáticamente opositora a la llamada Cuarta Transformación. “No todos están comprometidos con la voluntad del pueblo”, declaró. No obstante, enfatizó que su intención no es intervenir en la estructura del instituto, sino en los mecanismos de representación política y en la eficiencia de los recursos electorales.
La reforma electoral de Claudia Sheinbaum promete convertirse en uno de los ejes centrales de su administración. Mientras busca afianzar la legitimidad de su gobierno, también deberá sortear el reto de mantener el equilibrio entre austeridad y garantías democráticas. La presidenta asegura que se mantendrá firme en su compromiso con la autonomía electoral, aunque con una mirada crítica sobre el sistema actual. El camino legislativo será clave para definir el verdadero alcance de su propuesta.