Después de que se revelara la paz en Medio Oriente quedó una duda al aire, ¿cederá el programa nuclear iraní?
El reciente acuerdo entre Israel e Irán marca un momento clave en la crisis del programa nuclear iraní, pero no disipa las dudas sobre el verdadero alcance. Tras una ofensiva sin precedentes por parte de Israel y Estados Unidos, el expresidente Donald Trump afirmó que el programa nuclear iraní fue “totalmente destruido”. Sin embargo, fuentes militares y analistas internacionales advierten que el resultado es aún incierto.
Las instalaciones de Isfahán, Natanz y Fordow, consideradas pilares del programa de enriquecimiento de uranio de Irán, sufrieron severos daños, según imágenes satelitales. Aun así, expertos del OIEA y antiguos inspectores nucleares señalan que no está claro si el daño es irreversible. La sofisticada tecnología de centrifugación utilizada por Irán estaba oculta en búnkeres fortificados, lo que complica las evaluaciones iniciales sobre su estado actual.
Irán, por su parte, ha mantenido una narrativa firme. El director de su Organización de Energía Atómica, Mohammad Eslami, declaró que el país se anticipó y evacuó parte de sus recursos. Esto incluye material nuclear enriquecido al 60%, que aún no ha sido localizado por inspectores internacionales. Las afirmaciones de que estas reservas fueron movidas a instalaciones secretas han encendido alarmas en Occidente, aunque su conversión a un arma nuclear no sería inmediata.
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David Albright, exinspector de armas de la ONU, considera que el programa ha sido gravemente dañado, pero no completamente neutralizado. El reto ahora no es solo técnico, sino político. “Capacidad no es lo mismo que intención”, advirtió. La gran incógnita gira en torno a si Irán optará por reconstruir su programa nuclear con fines militares o mantendrá su posición oficial de uso pacífico de la energía atómica.

Dentro de Irán, la presión interna crece. Voces conservadoras han intensificado sus llamados para abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), argumentando que no ofrece protección real. El ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, cuestionó públicamente la utilidad del tratado, abriendo la puerta a un posible retiro que complicaría aún más la vigilancia internacional sobre sus actividades nucleares.
El futuro del programa nuclear iraní dependerá en gran medida de factores externos. Aunque Trump ha descartado públicamente buscar un cambio de régimen en Irán, la posibilidad sigue latente en el discurso político israelí. Sin embargo, una salida diplomática aún es viable. Conversaciones recientes en Ginebra entre diplomáticos europeos e iraníes podrían reabrir una vía de diálogo. Todo dependerá de la solidez del frágil cese al fuego y de la disposición de ambas partes para evitar una nueva escalada.