Los familiares de los cinco integrantes desaparecidos de Grupo Fugitivo señalan que ellos continúan buscándolos
La reciente declaración de la Fiscalía de Tamaulipas sobre el hallazgo de restos calcinados presuntamente pertenecientes a los cinco integrantes de Grupo Fugitivo ha sido recibida con escepticismo por parte de sus familiares. En medio del dolor y la incertidumbre, denuncian múltiples irregularidades en el manejo del caso, señalando que aún no se han entregado resultados oficiales de pruebas de ADN.
Los músicos desaparecieron tras una supuesta presentación en Reynosa, pero sus familiares aseguran que no se ha presentado ninguna evidencia clara que confirme su fallecimiento. La falta de pertenencias personales, documentación o indicios físicos específicos alimenta aún más sus dudas.
“No hay ropa, identificación. No hay nada”, declararon a medios nacionales.
Los familiares exigen transparencia y un proceso riguroso de identificación. Cuestionan cómo fue posible que las autoridades emitieran una declaración tan contundente sin resultados científicos concluyentes. Además, relatan que el anuncio oficial llegó antes de que ellos fueran informados personalmente por la Fiscalía.
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Entre las principales exigencias está que el caso sea atraído por la Fiscalía General de la República, con la esperanza de obtener una investigación objetiva y exhaustiva. También han solicitado protección, ya que temen por su seguridad ante la difusión pública del caso.

Los integrantes de Grupo Fugitivo fueron vistos por última vez el domingo 25 de mayo, cuando presuntamente se dirigían a una presentación musical en una zona de Reynosa. De acuerdo con sus familias, todo se organizó de forma habitual: se reunieron en la casa del representante del grupo, Liván Solís, para ir juntos al evento.
Francisco Vázquez, Nemesio Durán, Víctor Garza, José Morales y Liván fueron quienes respondieron al llamado. Carlos González, el segundo vocalista, sería el único que no alcanzó a reunirse con ellos, aunque dijo que llegaría directo al lugar. Sin embargo, los músicos nunca regresaron.
Las cámaras de seguridad de un taller cercano mostraron que nunca llegaron a la ubicación enviada por WhatsApp. Los últimos mensajes registrados por sus familiares datan de las 22:00 horas del mismo domingo. A partir de ese momento, todos los teléfonos quedaron sin respuesta.
Al día siguiente, madres, hermanas y esposas iniciaron por cuenta propia un operativo de búsqueda por la colonia Riberas de Rancho Grande. Más tarde, interpusieron la denuncia formal ante la Fiscalía local. Sin embargo, su angustia se ha visto agravada por la falta de avances reales.